
Wymehcko lo hizo simple, pero brillante. Con una bolsa de plástico impresa de forma estratégica, logró transformar a cualquier cliente en una especie de repartidor improvisado. ¿Cómo? Con un diseño que muestra un cajón lleno de cervezas Wymehcko, impreso justo en la parte inferior de la bolsa. Cuando alguien la lleva por las manijas, da la clara y divertida impresión de que está cargando un pesado cajón lleno de botellas.